lunes, agosto 16, 2004

Laberintos

Laberintos internos, es increible el poder que tienen de generar lecturas deformadas de los gestos, los sonidos, las acciones. Nos envuelven en su manto neblinoso, y a partir de ahi solo nos es dado ver a traves de los anteojos terribles de nuestros temores mas profundos.

Como cuando es noche en el bosque, y la oscuridad nos hace perder las coordenadas habituales de la percepcion, las formas, los ruidos, los olores se transforman y se desdibujan. Y entonces donde hay un crujido de ramas oimos un incendio, el viento son pasos amenazantes rondandonos, una linterna los ojos de un tigre, el pasto meciendose una serpiente, un chasquido un disparo, relampago apocalipsis, un ladrido el minotauro, tela de araña la red que nos encierra y el laberinto, si al menos hubieramos guardado la punta del ovillo. Perdidos.

Hasta que la luz otra vez y emergemos de las profundidades, y resulta que basta con dar vuelta a la esquina y estamos en casa. Y el minotauro es Bobby (?) que nos recibe moviendo la cola con el palito en la boca para que se lo tiremos, y el incendio es la hornalla con la pava lista para el mate and so on.

El laberinto es ineludible, todo aquel que quiera la libertad tiene que atravesar su laberinto y enfrentarse con su minotauro. Imposible no perderse, es parte del desafio. Pero al menos estar advertidos y llevar siempre unas semillas para ir marcando el camino.

No hay comentarios.: