Despues de todas las aventuras vividas para hacer andar las bicicletas, he descubierto que el andar en bicicleta por Paris es una de las cosas mas maravillosas existentes, a saber: se evita el laberinto subterraneo, se conoce la ciudad, se ejercitan los cuadriceps y aledaños, se pasea, se ahorra dinero en transporte...
Por todo lo antedicho, les ofreci a las dueñas de la bici, dueñas tambien de la super casa en la que estuvimos con mi hermano, comprarsela (la bici, no la casa, aunque me encantaria). Y las minas que son de lo mas copado que he conocido en mi vida parisina... me la regalaron!!! Si, asi, porque no la usan, porque les gusta que las cosas se aprovechen y no que se telarañeen y se queden bostezando en un rincon, porque son asi de buena gente...
Asi es que desde hoy, sepanlo, soy un ser bicicleteado.
Gracias infinitas Carmen e Isabel.
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