jueves, noviembre 29, 2007

Duendes

Confirmado : en mi casa hay duendes. De los jodones, que te hacen bromas y observan como caes como un chorlito desde sus escondites, cagandose de risa.

Ya hace tiempo que de repente me desaparecen objetos que estoy buscando, o se cambian de lugar, en fin, cosas que todo el mundo conoce y a las que cada uno les da la explicacion que mas le conviene a falta de explicacion racional.

La ultima gran jugarreta de mis duendes caseros fue la siguiente :

Mi farfo me regalo unas joyas hermosas, alucinantes, que me hicieron llorar de emocion y sentirme una reina de las reinas. Las estrene para el festejo de mi carte de séjour, y todos me las elogiaron. Al volver a casa las volvi a guardar cuidadosamente en la cajita con terciopelo azul, bien acomodaditas.

Al dia siguiente quise volver a usarlas para una fiesta que teniamos, abri la cajita y como son esas cajitas que cierran con un resorte bien fuerte, creo recordar que al abrirla hubo una especie de sacudida. Cuestion que al mirar veo que estaba el collar... y un solo aro! Busque en el piso, en el cajon, detras del terciopelo de la cajita, revolvi revolvi revolvi y como se hacia la hora de irme me puse el colgante solo, y me fui con el corazon afligido.

Debo decir que durante toda la fiesta, un sector de mi pensamiento estaba concentrado en pensar donde corcho podia haber ido a parar el aro. Me parecia imposible que haya ido muy lejos, revisaba mentalmente el momento de apertura de la cajita una y otra vez. Y sobre todo me sentia tan triste, es una pesadilla perder algo tan valioso para uno.

A la madrugada, al llegar a casa lo primero que hice fue volver a dar vuelta todo. Bolsita por bolsita, cajon por cajon, abajo de los muebles del baño, y nada! Mi hipotesis temida fue que se haya ido por la rejilla de la pileta, o que haya caido a una especie de agujero negro que hay atras del cajon, adonde es imposible acceder sino es rompiendo la bacha del baño.

Durante esta semana, todos los dias al volver a casa me dedicaba a revisar metodicamente el baño. Cada dia avanzaba un poco mas en obsesividad y en desesperacion. Llegue a vaciar todas las cajitas de remedios, una por una, porque estaban en una bolsa en un estante cerca de donde estan las joshas...

Me dije que si al cabo de un par de dias no aparecia, iba a atacar la fase extrema : sacar la tapa del caño de la pileta, para ver si no habia quedado atascado en alguna fase del caño. Esto iba a implicar una especie de inundacion, roña y quilombo sin parangon. Pero era mi ultima esperanza.

Me dije que antes de emprender esta tarea titanica, iba a ordenar la pieza, barrer y limpiar para no tener que hacerlo despues del enchastre. En una de esas di vuelta mi salida de baño, que estaba en el tender secandose, y escuche un ruidito en el suelo.

No me hizo falta ni agacharme para ver que era porque ya lo sabia. Estoy segura de que los duendes en ese momento estaban desternillandose de risa de mi. Dentro de todo estuvieron bastante benevolos porque hicieron que mi aro aparezca justo antes de la solucion final. Mientras lloraba de la emocion del reencuentro del aro querido pensaba que,

no entiendo, juro que no entiendo como fue a parar el aro al bolsillo de la salida de baño. No entiendo tampoco como puede ser que ayer cuando me bañe y me puse la salida, al meter las manos en los bolsillos (porque pense que en una de esas podia estar ahi) no lo toque. No entiendo, y me pone loca no poder darle una explicacion racional a las cosas. Pero bueno, lo importante es que el aro aparecio, y que estoy feliz de haberlo recuperado.

Los duendes no existen, pero que los hay los hay.

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