Fumando no porque no fumo, pero comiendome las uñas si, espero que mi amiga que acaba de empezar el trabajo de parto tenga su hija, y me pongo a reflexionar para hacer que las horas pasen mas rapido.
Para un alma ansiosa como yo, la espera es algo del orden de lo dificilmente tolerable.
Esperar que sean las doce para abrir los regalos, que me vengan a buscar para ir a ver a mi hermanito recien nacido, que sea el dia de ir a dormir a lo de mi amiga, que llegue el recreo, que llegue el dia de ir al campamento, que me dejen viajar sola, que me llegue la carta, terminar la secundaria, que sea el dia de ir al cine, que sea el dia del viaje, que no llueva, que me mire, que llegue, que llame, que vuelva, que me den la visa, que finalmente llegue ese dia...
Se de gente que es capaz de hacer abstraccion y ocuparse en otras cosas mientras el momento llega. Dichosos de ellos. Para mi, cuando algo me importa de verdad, la espera es un tiempo congelado en el que los minutos no pasan, el resto del mundo no existe, solo los musculos tensos, expectantes, una especie de paralisis del cuerpo, los sentidos aguzados, el aliento contenido, la incapacidad absoluta de concentrarme en cualquier otra cosa, la acumulacion de una tension que va en aumento y que solo desaparece cuando lo que espero finalmente ocurre.
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