lunes, septiembre 03, 2007

Post contra la utilidad

Por que sera tan dificil abandonarse sin culpa al placer de no hacer nada? Entiendase, cuando digo nada me refiero a nada *util*; me pasa a veces los domingos, o los lunes dia en el que no trabajo. Si siguiera mis impulsos me tiraria todo el dia en el sillon a ver una pelicula atras de otra, leer blogs, escribir mails o hablar por telefono con amigas que hace mucho que no veo. Pero por alguna extraña razon en vez de seguir ese legitimo impulso le hago caso a esa voz tirana que reina en mi cabeza que dice que no, que para merecer semejante desparramo de nohacernadismo, primero hay que ordenar la casa, o lavar la ropa, o ponerse a trabajar en la tesis que tenemos completamente abandonada o estudiar el codigo de la ruta que dentro de no mucho es el examen o ponerme de una vez por todas a escribir cuentos o alguna cosa productiva y entonces

chau

se acabo lo que se daba.

Si decido hacer caso omiso de la voz tirana no disfruto el estar tirada en el sillon al day long porque me digo que *deberia* hacer alguna de todas las otras cosas, como si en lugar de ser yo misma quien comanda mi vida pasara a ser deudora de esa especie de alter ego tirana que me dicta obligaciones, olvidando totalmente que mi regla numero uno es que todo lo que haga en la vida debe procurarme satisfaccion caso contrario no debo hacerlas y listo el pollo y asada la gallina.

Me resuelvo finalmente a empezar por hacer alguna de las cosas que *debo* hacer, como para ganarme el derecho a estar despatarrada en el sillon. Y las hago a desgano, de mal humor, pensando cuanto mejor estaria viendo como la isla les impone desafios a los naufragos de lost, o como dios crea la femme en forma de brigitte bardot, o como julie andrews no paga la cuenta utilizando la famosa maniobra de "hay una cucaracha en mi plato" en victor victoria.

Si me decis que fuera una vaga absoluta que no hace nada de nada en toda la semana, que no trabaja, no produce, no se mueve del sillon, ahi si entiendo que no da. Pero yo trabajo, hago mil cosas, por que no puedo echarme tranquila cual marsopa sin ser molestada por la voz maldita, como si siempre hiciera falta hacer *mas*, como si nunca estuviera realmente merecido el ocio placentero?

Lo peor de todo es que nada ni nadie del exterior me obliga, soy yo misma quien me inflinjo esta especie de tortura tantalica, que cosa curiosa el ser humano mon dieu.

Por eso hoy aca estoy, en mi sillon, escribiendo esto en vez de trabajar-en-la-tesis, estudiar-las-senales-de-transito, ordenar-la-casa (bueno esto ya lo hice mas temprano, tampoco voy a hacerme tanto la canchera)

Nota: en este post use y abuse de los *, no se por que, tenia ganas de meter palabras entre *, me da placer... y no, voz maldita, no voy a dejar que me digas que las reglas de la redaccion y la real academia española, no, mira, toma **********************************

(uf, lo hice!)

No hay comentarios.: