Paris esta semana es,
el verano que espere ansiosamente durante todo el invierno, pero a la vez un calor que transforma las ganas de andar en remerita sintiendo los rayos del sol sobre la piel en una ameba gigante asfixiante que te obliga a refugiarte en la ducha o en Paris Plage, que es una "playa" que arman todos los anios al borde del Sena, una especie de Bristol infernal donde hay millones de personas (todos los que no se fueron de vacaciones), pseudoplayas de pasto, pseudoplayas de arena, plantas traidas de tahiti, cocoteros (?), pero tambien reposeras a disposicion y sobre todo, sobre todo, duchas de agua bien fria que te hacen recordar que el verano esta hecho para tomar sol en la playa al lado del mar o pileta pero que verano en una ciudad = tortura.
la cabeza en buenos aires, los brazos ya preparados en forma de super abrazo de osa a la familia y los amigos, la ansiedad de aterrizar en ezeiza, mi buenos aires querido.
la emocion del casamiento, y probarse ropa en ysei miyake al menos para sentir por un ratito esas telas sedosas sobre la piel, y finalmente encontrar el negocio de ropa donde todo parece hecho a mi medida y salir fascinada con todo resuelto.
una caida de la bici con raspon en rodilla, mano y hombro al mejor estilo "tengo seis anos y aprendo a andar en bici sin rueditas" con posterior pinchadura de la camara de la rueda delantera que culmina, un par de dias despues, en una peregrinacion bici en mano rodando sobre la cosa metalica hasta la bicicleteria, pero que alegria cuando vuelve a andar y vuelvo a ver la ciudad desde arriba de la bici.
sentarse en le kedive, al parecer uno de los ultimos verdaderos bistrots que quedan en la ciudad, esperar a farfo practicando el deporte nacional de verano: sentarse en las terrazas de los cafes, de cara a la calle y ver la gente pasar, parece que no pero es fascinante. Despues ir al cine a ver the devil's rejects y volver en el asientito de atras de la bici recorriendo medio Paris con la brisita de la noche acariciandome las mejillas, ese vientito de la noche tan agradable que te hace sentir tan feliz de estar en verano a pesar de todo.
sed y necesidad de agua fria todo el tiempo, picaduras de mosquitos, no caladryl a mano asi que a pedir en la farmacia un algo para calmar el picor, olor a protector solar, un comienzo de bronceado, cerezas en la heladera, pastas casi todos los dias y la planta-yuyo que sobrevive no se sabe como.
mucha musica, pocas peliculas (the dvd is dead), verre volé comiendo comida de pleno invierno pero los vinos, siempre los vinos y la ultima semana de verano a pleno.
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