Uno me trajo de regalo un dibujo que representaba una pared muy colorida. Cuando le pregunte que habia detras de la pared me dijo que habia hipopotamos, luego de lo cual me conto que una vez habia hipopotamos en la banadera y que tambien volaban.
- El dibujo lo hice yo solito, me anuncio orgulloso y sonriente.
Con otra armamos un libro, hecho con dibujos que ella hizo y una historia que me iba dictando y yo escribia. El libro se llama"Madame aux longs cheveux" (la senora de pelo largo. Cabe destacar que es exactamente el caso de la que suscribe) y cuenta las aventuras de esta senora, que un dia que decide irse de viaje muy lejos.
La mama de otro me dijo que estaba preocupada porque todas las mejoras que habiamos logrado desde que empezaron a venir, de golpe y porrazo se esfumaron y volvieron a aparecer todos los problemas que ella creia desaparecidos. Un rato despues me dice:
- estuve pensando, puede tener que ver con el hecho de que usted se va? Porque ahora que lo pienso, el estuvo repitiendo durante toda la semana a quien quisiera oirlo (y a quien no, tambien) que usted se iba...
Este otro siempre me hace trucos de magia antes de salir del consultorio. Se volvio un ritual inmutable: me muestra el autito, yo tengo que cerrar los ojos, los abro, el autito no esta mas. Siempre se queja de que su hermano, que es "grande" puede hacer trucos de verdad, y que a el no le salen. Cuando se hizo la hora salio, y cuando lo llame para despedirme me miraba de lejos pero no venia. Dije en voz alta que las despedidas siempre eran dificiles, y que si queria me podia saludar de lejos. Me hizo que si con la cabeza, hizo un gesto de chau y me dio la espalda. Como sabia que igual me estaba escuchando le dije que estaba segura que cuando creciera el iba a ser un gran mago.
Estos gurrumines seguiran su camino, en el mejor de los casos se acordaran cuando sean grandes que una vez habia una tipa que jugaba y charlaba con ellos. Y si yo pude lograr darles una mano en un momento en el que algo andaba mal, acompanarlos en un tramo dificil de su camino, ayudarlos a salir de algun laberinto, empujarlos para que sigan andando cuando se habian quedado trabados, estoy mas que satisfecha.
Pero si, las despedidas son dificiles. Y si bien se que me voy para empezar una nueva etapa mejor para mi, no puedo eludir la melancolia de dejar mi primer lugar de trabajo en Francia, un lugar en el que me integre muy bien, en el que me sentia muy bien, en el que era apreciada como profesional y como persona.
La senora de pelo largo se va, hay una pared que muestra que algo se termina. Quedan marcas: las historias que armamos juntos, los hipopotamos que pueden flotar en la banadera o volar, la esperanza de algun dia ser grande y poder hacer un buen truco de magia. Mientras tanto, mientras esperan que llegue ese dia, podran seguir practicando los trucos, dibujando, escribiendo historias.
Llego la hora de decirnos chau, un chau de lejos y de espaldas para que duela menos.
- El dibujo lo hice yo solito, me anuncio orgulloso y sonriente.
Con otra armamos un libro, hecho con dibujos que ella hizo y una historia que me iba dictando y yo escribia. El libro se llama"Madame aux longs cheveux" (la senora de pelo largo. Cabe destacar que es exactamente el caso de la que suscribe) y cuenta las aventuras de esta senora, que un dia que decide irse de viaje muy lejos.
La mama de otro me dijo que estaba preocupada porque todas las mejoras que habiamos logrado desde que empezaron a venir, de golpe y porrazo se esfumaron y volvieron a aparecer todos los problemas que ella creia desaparecidos. Un rato despues me dice:
- estuve pensando, puede tener que ver con el hecho de que usted se va? Porque ahora que lo pienso, el estuvo repitiendo durante toda la semana a quien quisiera oirlo (y a quien no, tambien) que usted se iba...
Este otro siempre me hace trucos de magia antes de salir del consultorio. Se volvio un ritual inmutable: me muestra el autito, yo tengo que cerrar los ojos, los abro, el autito no esta mas. Siempre se queja de que su hermano, que es "grande" puede hacer trucos de verdad, y que a el no le salen. Cuando se hizo la hora salio, y cuando lo llame para despedirme me miraba de lejos pero no venia. Dije en voz alta que las despedidas siempre eran dificiles, y que si queria me podia saludar de lejos. Me hizo que si con la cabeza, hizo un gesto de chau y me dio la espalda. Como sabia que igual me estaba escuchando le dije que estaba segura que cuando creciera el iba a ser un gran mago.
Estos gurrumines seguiran su camino, en el mejor de los casos se acordaran cuando sean grandes que una vez habia una tipa que jugaba y charlaba con ellos. Y si yo pude lograr darles una mano en un momento en el que algo andaba mal, acompanarlos en un tramo dificil de su camino, ayudarlos a salir de algun laberinto, empujarlos para que sigan andando cuando se habian quedado trabados, estoy mas que satisfecha.
Pero si, las despedidas son dificiles. Y si bien se que me voy para empezar una nueva etapa mejor para mi, no puedo eludir la melancolia de dejar mi primer lugar de trabajo en Francia, un lugar en el que me integre muy bien, en el que me sentia muy bien, en el que era apreciada como profesional y como persona.
La senora de pelo largo se va, hay una pared que muestra que algo se termina. Quedan marcas: las historias que armamos juntos, los hipopotamos que pueden flotar en la banadera o volar, la esperanza de algun dia ser grande y poder hacer un buen truco de magia. Mientras tanto, mientras esperan que llegue ese dia, podran seguir practicando los trucos, dibujando, escribiendo historias.
Llego la hora de decirnos chau, un chau de lejos y de espaldas para que duela menos.
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