El otro dia me acorde de la cara de una compañera de cuando trabajaba en el Gutierrez, y veia perfectamente sus gestos, hasta su voz, pero no me acordaba del nombre. Y ese olvido, y la desesperacion por recordar, devenida en obsesion, me persiguio durante todo un dia. No es que me interesara particularmente o que necesitara ese dato para algo. Era solamente la sensacion de perdida de dominio de uno mismo generada por la imposibilidad de acceder a una informacion que se supone deberia estar accesible.
El silloncito al lado de la ventana y un rayo de sol que la atraviesa y me envuelve.
La sensacion de ser-esponja. Ultimamente, esponja absorbente de largos monologos de hechos que no me interesan, de parte de personas que tampoco y sin embargo soportar el lento desembuchaje sin saber bien por que.
El pelo y la ropa con olor a humo, como en las epocas en que me quedaba al lado de mi viejo charlando mientras hacia el asado. Un super asado en casa de un amigo que tiene una casa en las afueras, con fuego de verdad, carne de verdad, humo de verdad, hasta un truquito nos jugamos. Y muchos recuerdos.
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