Hoy aca en Francia es el dia de las abuelas (fecha que creo que no existe en Argentina, o si?). Tambien es el dia en el que cumplia anos mi queridisima abuelita Luisa. Esta coincidencia me hizo pensar doblemente en ella, y recordarla.
Mi abuelita Luisa era una mujer con unos enormes ojos azules, que siempre se dedico a su marido, su familia (crio 4 hijos), a su casa y a sus canarios. Ella me venia a cuidar a casa, me iba a buscar al jardin de infantes, me llevaba a pasear y fue la que me llevo al sanatorio el dia en el que nacio mi hermano, agarrandome fuerte de la mano con su mano transpirada de la ansiedad y la emocion.
Pero lo que mas me acuerdo de ella era cuando me quedaba a dormir en su casa. Solia ser los dias viernes, y para mi era una fiesta. Empezaba a saborear esa salida desde que hacia mi bolsito con el pijama y el cepillo de dientes. Despues llegaba y le decia chau a mama, y me ponia a charlar con mi abuelo Jacobo, que me mostraba sus enciclopedias, sus nuevos inventos y me torturaba a fuerza de acertijos logico-matematicos imposibles de resolver para mi.
La abuela hacia la comida (muchas veces era una sopa de kneidelaj), comiamos los tres juntos mirando la tele (generalmente hiperhumor), cosa que en casa no se podia hacer, y despues yo iba a la pieza de ellos a explorar esos inmensos placards llenos de munecas antiguas, objetos de todo tipo, fotos, ropa para disfrazarse.
La abu me hacia la cama en el living, era un "den rep" azul, blanco y celeste en el que yo dormia placidamente. Bueno, en fin, placidamente siempre y cuando lograra hacer abstraccion del tic tac implacable del reloj de pendulo del living. Pero lo cierto es que dormia, y lo mejor de todo venia a la manana cuando me despertaba; la abuela me traia una bandejita con patitas plegables que ponia arriba de mis piernas en la que habia un te con leche con la bombilla del mate, para que ni siquiera tuviera que esforzarme en inclinar el vaso! Tambien habia galletitas que ella misma hacia, si no me equivoco adentro tenian anis.
Era un ser adorable, que marco mi infancia y a quien extrano mucho. Lo ultimo que me tejio fue un chaleco bordeaux, y sin darme cuenta (sin querer queriendo) el dia en el que hicimos la primera ecografia de nuestro bebe lo lleve puesto. Debe ser para sentir que de algun modo la abu Luisa estaba acompanandome y que estaba feliz de saber que va a tener un bisnieto al que seguramente tambien le llevaria el te con leche con bombilla a la cama.
Mi abuelita Luisa era una mujer con unos enormes ojos azules, que siempre se dedico a su marido, su familia (crio 4 hijos), a su casa y a sus canarios. Ella me venia a cuidar a casa, me iba a buscar al jardin de infantes, me llevaba a pasear y fue la que me llevo al sanatorio el dia en el que nacio mi hermano, agarrandome fuerte de la mano con su mano transpirada de la ansiedad y la emocion.
Pero lo que mas me acuerdo de ella era cuando me quedaba a dormir en su casa. Solia ser los dias viernes, y para mi era una fiesta. Empezaba a saborear esa salida desde que hacia mi bolsito con el pijama y el cepillo de dientes. Despues llegaba y le decia chau a mama, y me ponia a charlar con mi abuelo Jacobo, que me mostraba sus enciclopedias, sus nuevos inventos y me torturaba a fuerza de acertijos logico-matematicos imposibles de resolver para mi.
La abuela hacia la comida (muchas veces era una sopa de kneidelaj), comiamos los tres juntos mirando la tele (generalmente hiperhumor), cosa que en casa no se podia hacer, y despues yo iba a la pieza de ellos a explorar esos inmensos placards llenos de munecas antiguas, objetos de todo tipo, fotos, ropa para disfrazarse.
La abu me hacia la cama en el living, era un "den rep" azul, blanco y celeste en el que yo dormia placidamente. Bueno, en fin, placidamente siempre y cuando lograra hacer abstraccion del tic tac implacable del reloj de pendulo del living. Pero lo cierto es que dormia, y lo mejor de todo venia a la manana cuando me despertaba; la abuela me traia una bandejita con patitas plegables que ponia arriba de mis piernas en la que habia un te con leche con la bombilla del mate, para que ni siquiera tuviera que esforzarme en inclinar el vaso! Tambien habia galletitas que ella misma hacia, si no me equivoco adentro tenian anis.
Era un ser adorable, que marco mi infancia y a quien extrano mucho. Lo ultimo que me tejio fue un chaleco bordeaux, y sin darme cuenta (sin querer queriendo) el dia en el que hicimos la primera ecografia de nuestro bebe lo lleve puesto. Debe ser para sentir que de algun modo la abu Luisa estaba acompanandome y que estaba feliz de saber que va a tener un bisnieto al que seguramente tambien le llevaria el te con leche con bombilla a la cama.
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