jueves, julio 22, 2004

Gracias hacen los monos

En estos dias estoy con el tema de dar las gracias.
 
Anteayer una francesa que trabaja en Gallimard, amiga de la dueña de la galeria, me regalo el « Ulises » de Joyce porque yo le habia comentado que lo queria leer. Parece que ella puede sacar libros a troche y moche porque cada vez que viene trae algunos para mi jefa y desde que empece a trabajar yo aca y simpatizo conmigo, me trae tambien para mi.
Ademas me trajo una guia de Paris ("su" guia de Paris) porque yo le dije que venia mi hermano. Asi, de onda. Me resulto « touchante » que se hubiera acordado del libro que yo queria y de lo de mi hermano, siendo que no somos amigas, y que no intercambiamos mas que un par de frases cordiales cada vez  que viene.
Confieso que me quede medio turulata y le dije un « grap-cias » asi medio debilucho.
 
Al dia siguiente volvio a pasar y le dije que me parecia que no le habia agradecido lo suficiente. Y ella contesto que esto de las gracias es una « enfermedad francesa ». Y es verdad, aca todo es gracias cuando le pagas a la panadera, gracias cuando por telefono le decis espere un minuto, gracias de aca, gracias de alla. Gracias hacen los monos.
Y yo odio esa sarta de falsos « merci » a cada paso. Y detesto especialmente cuando intentan inculcarle a los pobres gurrumines esta ideologia agradecida, y entonces la sonrisa de oreja a oreja del pibe con su caramelo muta en desconcierto ante el « como se dice ? » y entonces un timido « merci monsieur » y a abrir el caramelo, pero ya no se disfruta igual, claro. Como si esa sonrisa extasiada no fuera suficiente agradecimiento para la persona regaladora.
 
A la noche me invito a cenar mi recientemente adquirida prima Sophie, quien vivio en Buenos Aires por unos meses, y habiendo sido cagada por su supuesta amiga francesa con quien compartia depto, yo le presente por mail a unas amigas mias quienes la recibieron super bien, la alojaron y compartieron noches de alcohol y salidas porteñas.
Y entonces ayer durante la cena me dijo que me queria agradecer por haberle presentado a mis amigas, que la salvaron de la catastrofe. Y yo le dije que justamente yo tambien le queria agradecer por el monumental laburo chino de correccion detallada de mi tesis de 75 paginas, subrayando con amarillo las faltas de ortografia, con rosa las de gramatica, escribiendo en verde las sugerencias para que mis frases tarzanescas suenen coherentes en frances. 

Y hablamos de esto de dar las gracias. Y a las dos nos rompe los quinotos este asunto de las gracias, y prometimos dejarnos de joder y de decirnos gracias como marranas cada dos minutos. Que uno sabe bien cuando alguien aprecia lo que uno le da sin necesidad de emitir esos gracias de cortesia.
 
Pero a pesar de esto, no se por que, me vino la etapa « gracias a la vida que me ha dado tanto » y siento que no agradezco lo suficiente a la gente que hizo y hace cosas por mi. Especialmente gente, como la francesa de los libros, como Sophie, que casi sin conocerme se tomaron el trabajo de hacer cosas para mi.
Y si bien yo se que yo haria lo mismo, no dejan de conmoverme esos gestos. Y me agarro el ataque y entonces ando agradeciendo a diestra y siniestra. Y entonces gracias a Fernando por regalarme la notebook "vieja" para escribir la tesis, y gracias a Nico por prestarme la casa y llevarme con el auto a buscar el clic-clac, y gracias a Nathalie por la casa, y los chilenos por la impresora, y a Farfo por el super telefono-foto que me cambio la vida, y a mi mama por pensar siempre en lo que me hace falta, y a mi papa por haberlo dado todo por mi y a...

En fin, esto ya parece la entrega de los Oscar. Aprovechen a que les agradezca ahora porque despues se me pasa.

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