miércoles, junio 15, 2005

Todo en su medida y armoniosamente

Me di cuenta que no soporto dos cosas :

1) las faltas de ortografía (en español, en francés todavía tengo muchas). Lo curioso es que me pasa esto desde muy chica, veo una falta y no puedo evitar esa sensación de algo que no cuaja, de piedrita en el zapato que tira por la borda toda posible concentración sobre el texto en sí mismo.

2) la falta de ritmo. No es que yo sea una gran bailarina ni música, ni que haya sido educada a metrónomo. Pero así como cuando intento dibujar un perro lo que se ve es un dinosaurio dentro de una caja, y cuando intento sacar una raíz cuadrada el resultado es que los ángulos sumados entre sí dan la hipotenusa imperfecta, tengo sentido del ritmo. Y cuando alguien se mueve al ritmo de la música, y lo hace justamente fuera del mismo, me pone de los pelos, no lo tolero. O si alguien se pone a tamborilear (?) los dedos sobre la mesa siguiendo por ejemplo una batería que esté sonando, y la pifia con el ritmo, arghhh, no respondo de mí.

Sin ir mas lejos, en la obra que estamos ensayando a la directora se le ocurrió meter una coreografía sobre una musica kitch de un tipo que vendria a ser el sandro francés, de terror. La idea esta buenísima, queda bárbaro. Pero mis compañeras no tuvieron mejor idea, pobres, que no pegarla con el ritmo. Y si, pobres, al principio me retuve pero no aguanté y las cague a pedos hasta que logré que entren todas en ritmo. Y pude respirar tranquila. Maniática, yo?

No hay comentarios.: